2 cuotas de $0,50 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $1,00 |
3 cuotas de $0,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $1,00 |
6 cuotas de $0,17 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $1,00 |
1 cuota de $1,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $1,00 |
3 cuotas de $0,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $1,00 |
2 cuotas de $0,50 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $1,00 |
6 cuotas de $0,22 | Total $1,34 | |
9 cuotas de $0,17 | Total $1,50 | |
12 cuotas de $0,14 | Total $1,65 | |
24 cuotas de $0,10 | Total $2,47 |
6 cuotas de $0,23 | Total $1,41 |
6 cuotas de $0,24 | Total $1,42 | |
9 cuotas de $0,18 | Total $1,59 | |
12 cuotas de $0,14 | Total $1,74 |
18 cuotas de $0,11 | Total $2,05 |
La historia detrás de este Moisés cornudo se vincula, según la explicación más conocida, a una interpretación errónea del pasaje del Éxodo que inspira el momento. El diablo (de la traducción) habría metido la cola cuando San Jerónimo se ocupaba de hacer pasar la Biblia del hebreo al latín.
El problema se habría presentado en el momento de traducir el término hebreo karan, que puede significar “que irradia luz”, que “resplandece”. San Jerónimo supuestamente confundió ese verbo en hebreo con una palabra griega que significa “cuernos”.
San Jerónimo dejó escrito en la Vulgata, efectivamente: “Quod cornuta esset facies sua”, que en una traducción literal significa “que su rostro estaba cornudo”.
De allí vendría la costumbre de representar a Moisés, tras su segundo descenso del monte Sinaí, con unos cuernos que salen de su frente.
Medidas: 14 cm x 5.5 cm